Origen de la polenta:
El termino “polenta” deriva de la palabra latina “puls”, una especie de potaje realizado con harina de centeno o con farro, un cultivo antiguo emparentado con el trigo.
Principales propiedades:
Fuente de fibra y proteína. La polenta contiene proteínas (8 gramos por cada 100 gramos) y fibra (9 gramos por cada 100 gramos) para ayudar a una persona a sentirse completa. La fibra también se recomienda para mantener el sistema digestivo funcionando correctamente, para alimentar bacterias intestinales saludables y para prevenir el estreñimiento.
No contiene gluten. Las personas con enfermedad celíaca o con sensibilidad al gluten pueden elegir esta opción como alternativa.
Rico en carbohidratos complejos. Los carbohidratos simples se descomponen rápidamente y pueden hacer que aumente el nivel de azúcar en la sangre de una persona. A menudo, los carbohidratos simples tampoco contienen muchos nutrientes (Tortas, galletas y pan blanco son ejemplos de carbohidratos simples). Los carbohidratos complejos en la polenta se descomponen lentamente, lo que significa que demoran más en digerirse; Esta liberación lenta puede mantener los niveles de azúcar en la sangre constantes. Hay 66 gramos de carbohidratos por cada 100 gramos de polenta.
Contiene vitamina A. Aunque no contiene grandes cantidades de vitaminas y minerales, la polenta contiene algo de vitamina A. Según los Institutos Nacionales de la Salud, esta es necesaria para el buen funcionamiento de los riñones, los pulmones y el corazón. La polenta es una buena fuente de carotenoides antioxidantes; Estos disminuyen el riesgo de enfermedades, como algunos tipos de afecciones oculares y algunos tipos de cáncer.
Bajo en grasa. La polenta es naturalmente baja en grasa (3 gramos por cada 100 gramos) y se puede comer como parte de una dieta saludable para el corazón. Una persona que busca reducir su consumo de grasas saturadas debe cocinar la polenta con agua, leches vegetales o caldo en lugar de leche animal, y evitar agregar queso o mantequilla.
Contiene minerales esenciales. El hierro, el magnesio, el zinc y el selenio son todos minerales esenciales. Aunque la polenta no proporciona grandes cantidades de estos minerales, todavía cuentan para una dieta saludable.
Baja en calorías. Los alimentos integrales y nutritivos que son bajos en calorías, como la polenta, pueden ser una buena opción para las personas que buscan perder o mantener su peso. 100 gramos tienen casi 340 calorías; No obstante, cuando se prepara con la salsa boloñesa y manteca, puede llegar a 800 calorías promedio.
Fácil digestión. La polenta, como bien hemos indicado, tiene fibra, y ello la posiciona como un plato de fácil digestión. Es ideal para facilitar la digestión porque promueve los movimientos intestinales y lucha así contra el estreñimiento. Ayudar a calmar el exceso de secreciones gástricas, con un efecto neutralizador y suavizante de la mucosa gástrica y resulta fácilmente digerible para los estómagos delicados.
Fortalece los huesos. Como tiene buena parte de calcio, es perfecta para proteger los huesos y favorecer el desarrollo de éstos y el crecimiento.
Buena para la piel. Sus vitaminas, en forma de betacaroteno, mejora nuestra piel, y además protege nuestras defensas.
Versatilidad en la cocina:
En Italia, suele comerse como alternativa a las patatas o la pasta, y al ser versátil se come hervida, frita, al horno, a la parrilla. Existen varios tipos de polenta: La amarilla, que se elabora con harina de maíz amarillo, siendo la variedad más consumida y conocida y preparada. También tenemos la blanca, que suele prepararse con harina de castaña y la oscura, que puede hacer con trigo sarraceno.
Fuente: Diario21.tv, Medline Plus y Archivo personal
Consultor Medico: Dr. Rene A. Triviño G. - M.P. 5812 - Medicina Integrativa
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