El Consejo de Guardianes iraní aprobó este miércoles una ley que obliga al Gobierno a suspender las inspecciones de sus instalaciones nucleares por parte de la ONU. Además, la normativa establece que las autoridades iraníes deberán acelerar el enriquecimiento de uranio más allá de los límites establecidos por el acuerdo firmado entre Teherán y seis grandes potencias (Estados Unidos, Francia, el Reino Unido, Alemania, China y Rusia) en 2015.
Bajo esa nueva ley, Teherán daría dos meses a los signatarios del acuerdo para que normalicen las relaciones bancarias y eliminen las trabas a la exportación de petróleo iraní impuestas después de que Washington abandonó el pacto en 2018.
En reacción a la política de “máxima presión” impuesta por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra el régimen iraní, que incluyó la reimposición de sanciones, el país ha ido reduciendo gradualmente su compromiso con el pacto. La decisión de los legisladores iraníes complicará el regreso al acuerdo nuclear del presidente electo de EE UU, Joe Biden, que tomará posesión el próximo 20 de enero y que siempre se ha mostrado a favor de una política mucho más conciliadora respecto a Irán. Biden ha afirmado que Washington regresaría al pacto y levantaría las sanciones si Teherán retorna al “estricto cumplimiento del acuerdo”.
El presidente Hasan Rohaní, el arquitecto iraní del pacto de 2015, calificó la decisión del Parlamento como “dañina para los esfuerzos diplomáticos“ en la búsqueda de un levantamiento de las sanciones. Uno de los artículos señala que se debe producir y almacenar cada año 120 kilogramos de uranio enriquecido al 20%, muy por encima del 3,67 % de pureza que permite el pacto nuclear. La Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI) deberá además cada mes producir 500 kilogramos de uranio enriquecido de bajo nivel, según el proyecto.
Asimismo, este plan prevé la puesta en marcha de una fábrica de producción de uranio metálico en Isfahan, la restauración del reactor de agua pesada de Arak, y el diseño de otro reactor de agua pesada de 40 MW. El proyecto también implica realizar actividades de enriquecimiento de uranio con al menos 1.000 centrifugadoras avanzadas IR-2M en la instalación de Natanz dentro de los tres meses posteriores a la ratificación de la ley. El pacto nuclear firmado por Irán solo permite el uso de centrifugadoras de primera generación.
// Con información de El Perfil
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