Resulta paradójico que en una época del año como el verano haya pacientes que sufran depresión. Se trata del trastorno afectivo estacional, más común en invierno, pero que también puede darse en verano.
Onda_verde 24-01-2022 17:01:14
Afecta a un 5 - 8 % de la población mundial. Es la época de las imágenes de un mundo feliz en la naturaleza; Las personas que están mal se sienten aún peor con respecto a su situación actual; “Ellos son felices y yo no, se dicen”.
Factores desencadenantes:
El sueño. Aunque durante las vacaciones se suele tener más tiempo libre y se aprovecha para dormir más; Aunque, las noches son más cortas y esto reduce las horas disponibles para dormir. En el otro extremo, dormir demasiado también es un factor de riesgo.
El calor. Produce problemas de sueño y afecta al cerebro (que pasados los 36ºC funciona peor y más lentamente), reduciendo su rendimiento. Las altas temperaturas crean también un sentimiento de apatía y pueden empeorar los síntomas de enfermedades crónicas que necesitan cuidados; Por ello, entre los que sienten más la soledad veraniega están los ancianos.
La cantidad de luz. Para mucha gente una mayor luminosidad es un factor protector, pero para otras la respuesta a la luz invertida y se deprimen si los días son más largos y luminosos.
El estrés vacacional. Las vacaciones no son siempre un periodo de tranquilidad, ya que se pasa más tiempo con la pareja, los hijos no tienen colegio, hay que organizar viajes y maletas o visitar a la familia; También está el llamado síndrome de estrés postnacional.
Perfil de los pacientes:
Pese a que la depresión en verano puede afectar a cualquiera, la prevalencia es mayor en mujeres que en hombres (tres frente a uno). Las mujeres suelen estar acostumbradas a cuidar de otros, pensando poco en sí mismas durante el año; Esto provoca que se sientan solas e inútiles cuando los hijos se van y no giran en torno a ellas, bajándoles la autoestima (más aún si existe crisis de pareja).
En verano, también se percibe un pico entre ancianos que se quedan solos y los adolescentes que se alejan de sus amigos.
Otro perfil es el de las personas que durante el año sufren estrés multitarea porque tienen demasiadas responsabilidades, lo que crea un estado de tensión física y mental. El agotamiento sale cuando desean parar en vacaciones (muchos de ellos no pueden desconectar del trabajo y si lo hacen, les llega el “bajón”); En cierta medida, la rutina y la socialización del trabajo los contiene.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas son los mismos que los de cualquier depresión: problemas de sueño, apatía, falta de motivación, ansiedad...
La tristeza es un síntoma típico que no aparece siempre. Sin embargo, hay algunos estudios que apuntan que las depresiones estacionales en verano suelen asociarse a más ansiedad e insomnio.
La irritabilidad y el cansancio también son característicos del trastorno afectivo estacional.
Al principio, puede tratarse sólo de una forma de desmoralización pasajera; Si se alarga más de dos semanas, es mejor dirigirse al especialista.
Recomendaciones para la prevención en pacientes con riesgo:
Las vacaciones, los viajes, salir por la noche con los amigos, las noches más cortas son circunstancias que pueden hacer que se duerma menos de lo habitual y dormir poco predispone a la depresión.
Se recomienda permanecer en sitios frescos en las horas de más calor y dormir en total oscuridad. En algunos individuos, incluso, podría ser útil usar gafas de sol especiales a última hora de la tarde.
No someterse a la obligación de hacer cosas por encima de las posibilidades económicas de cada uno.
Es necesario intentar mantener una correcta rutina de sueño, actividad física y alimentación.
Hay personas con depresión diagnosticada que ya saben que en verano pueden sufrir una recaída. Se recomienda que mantengan su tratamiento y que acudan a recibir ayuda ante los primeros síntomas para evitar la cronificación de la depresión.
Cultivar el valor de las pequeñas cosas, practicar conductas que desarrollen las capacidades individuales, desarrollar una personalidad alegre, favoreciendo la sonrisa. perseguir lo que ilusiona, recordar los buenos momentos vividos y alcanzar metas y objetivos, fomentar las buenas relaciones, contagiarnos de la alegría que vemos a nuestro alrededor y distraernos.
Si uno nota que se está deprimiendo, hay que buscar ayuda inmediatamente. No hay que esperar a ponerse cada vez peor, porque la solución va a ser mucho más difícil si se deja pasar el tiempo. Debe solicitar ayuda a un psiquiatra o a un psicólogo o consultar con su médico de atención primaria.
Fuente: www.Diario21.tv, Medline Plus y Archivo personal
Consultor Medico: Dr. Rene A. Triviño G. - M.P. 5812 - Medicina Integrativa
